Especialistas coinciden en que los bajos sueldos impiden a las personas acceder a una vivienda: proponen la eliminación del IVA
Chile se ubicó entre los diez países con menor acceso a comprar una vivienda, según un estudio elaborado por la plataforma financiera y clasificadora de divisas BestBrokers.com. El ejercicio cruzó los precios del metro cuadrado de 62 países con los ingresos de su población para determinar los esfuerzos que las personas deben hacer para comprar una casa de 100 metros cuadrados. A la hora de analizar los países más asequibles, Sudáfrica se ubicó en el primer lugar porque sus habitantes necesitan juntar 71 veces el salario medio para tener una propiedad de 100 metros cuadrados. El valor del metro cuadrado es de US$963 ($956.364), mientras que los ingresos anuales llegan a US$15.494 ($15.387.246), por lo que la relación del ingreso con el precio de la vivienda a vivienda es de 6,22%.
En segundo lugar, figura Estados Unidos, país que registra ingresos altos de US$49.525 anuales ($49.183.772) y donde el valor del metro cuadrado ronda los US$3.330 ($3.197.814), por lo que se requieren 76 sueldos mensuales para lograr una propiedad. ¿Y qué pasa con Chile? Tal como se aprecia la tabla que ilustra esta página, comparte con Turquía, Nepal, India, Corea del Sur y Brasil la lista de países donde es más difícil conseguir una propiedad, en la posición número 10. ‘El salario mensual medio de Turquía se estima en US$549. Curiosamente, Corea del Sur aparece entre los países donde la vivienda es menos asequible, en el noveno puesto, pero no por una inflación elevada, sino por el elevadísimo precio real de la vivienda (US$10.318 por metro cuadrado) en comparación con los ingresos reales de los residentes, que son de tan solo US$2.221 al mes’, indica el reporte de la consultora. Chile registra un valor del metro cuadrado del orden de US$2.282 ($2.266.277) y el ingresos anuales promedio es de US$8.147 ($8.090.867). Es decir, se necesitan juntar 326 sueldos mensuales para alcanzar la casa propia, que se podrían juntar en un plazo de 27,1 años. ‘Si bien Chile podría estar en una posición más avanzada en términos de desarrollo en comparación con otros países de la región, actualmente nos encontramos en un contexto económico que nos enfrenta a desafíos similares a los de economías menos estables. Esto han contribuido a que estemos posicionados así en ese ranking’, dice Sergio Novoa, gerente general de BMI Servicios Inmobiliarios.
El analista destaca que estamos en un escenario de mayor nivel de endeudamiento de las familias, una inflación elevada que reduce el poder adquisitivo y una desaceleración económica que limita el crecimiento y las oportunidades. Reinaldo Gleisner, vicepresidente de la empresa Colliers, dice que en Chile el acceso a la vivienda propia siempre ha sido complicado. ‘Sin embargo, en la década pasada, con el desarrollo masivo de viviendas ajustadas a los grupos familiares actuales de una a tres personas, con propiedades de uno a dos dormitorios y 25 a 55 metros cuadrados de superficie, con acceso a créditos hipotecarios en tasas reales bajas, permitió generar una gran masa de propietarios’, advierte. Desde 2019 los costos de la vivienda, al estar ligados a la UF, han crecido 40%, mientras que los ingresos han subido solo cerca de 2%. ‘Esto aumenta la brecha entre ingreso y dividendo y reduce a la mitad las personas que individualmente tienen capacidad de compra de una vivienda’, precisa. Novoa indica que los estudios muestran que las personas menores de 35 años han sido las más afectadas en los últimos años, reduciéndose a casi la mitad los propietarios.
Mejores sueldos
Gleisner destaca que Chile, según este ranking, tiene un valor del metro cuadrado más bajo que los que se ven en países más desarrollados, pero que el tema más relevante es el sueldo de los chilenos. ‘Es muy inferior a los ingresos de los países desarrollados, que son entre tres hasta seis veces superiores que Chile. Es un tema limitante, lo que plantea la imperiosa necesidad de crecer, para incrementar fuertemente los ingresos’, señala. Santiago Truffa, profesor del Centro de Estudios Inmobiliarios ESE de la Universidad de los Andes, agrega que durante los últimos diez años los precios de las viviendas subieron mucho más que los salarios. ‘Por lo tanto, en términos de capacidad de pagar de la gente, las casas se volvieron más caras.
Después tuvimos un shock, hubo inflación, las tasas de interés se fueron a las nubes y eso encarece también el costo del dinero. Si metemos todo dentro de la juguera, con lo que gana una persona no le da para comprarse una casa’, señala. Ampliar los subsidios habitacionales a la clase media o considerar incentivos que en el pasado han sido efectivas como la exención del IVA a la compra de viviendas, podría ayudar a este escenario, dice Novoa. ‘En Chile, la vivienda nueva está gravada con un impuesto de 19%, mientras que, en otros países es mucho mejor. En Argentina y España es 10% y en Brasil está bajo los dos dígitos. Incentivar políticas públicas como esta podría generar un alivio en el acceso a la vivienda y aumentar la competitividad del mercado inmobiliario’, plantea.